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L

a Fundació Sanitària Sant Josep con el objectivo primordial de mejorar la atención a sus usuarios, ha apostado de forma pionera en el arte como herramienta terapéutica.

La idea empieza al tener la necesidad de dar amplitud, apertura, expansión y luz en un espacio cerrado donde, diariamente, se realiza una tarea rehabilitadora a todas las personas que, por diferentes motivos, han perdido parte de su independencia funcional y/o autonomía.

Por este motivo se han pintado un par de murales realizados por Nuria Orilla quién, durante 15 días, ha desplegado todas sus herramientas artísticas para convertir la sala de Rehabilitación del Servicio de Fisioterapia de la Fundación Sanitaria Sant Josep en un espacio inspirador, motivador y empoderador para sus usuarios.

Se han decorado dos espacios básicos por la mejora funcional de los pacientes que reciben tratamiento de Fisioterapia: una la reeducación de la deambulación y el otro la movilidad en las escalas. Así ahora el paciente que requiere del aprendizaje de la marcha estará envuelto en una espacio de bienestar físico y psíquico en el entorno de una playa así como del entorno de las fantásticas montañas del Gran Cañón del Colorado cuando tengan que reestrenar la movilidad en las escalas.

A lo largo de toda la ejecución de las obras ha estado sorprendiendo como los pacientes recibían de una forma positiva esta energía pictórica, reafirmando como el espacio cada vez ganaba más profundidad, aparte de este toque de color y luz que conseguía cambiar la actitud de todo el mundo que pasaba por allá.

Según el artista “hemos buscado imágenes que tuvieran mucha profundidad y que fueran muy planas; al ser un mural en un espacio cerrado no se pueden pintar paisajes que puedan dar sensación de vértigo o excesiva información; había que encontrar temas de colores vistosos y cálidos para dar vida al lugar pero de composición equilibrada para generar un espacio de calma y relajando.” Los murales no se han pintado a cualquier pared, se han buscado dos zonas que requerían más esta necesidad y que el efecto de apertura de espacio todavía quedara más intensificado. El de la playa se ha pintado junto a un espejo de dimensiones elevadas que ha generado todavía más profundidad a la sala. El del Gran Cañón se ha aprovechado una esquina donde hay las escalas de reestreno haciendo que, cuando el paciente sube dé la sensación que llega a la cumbre de la montaña para ver las vistas de todo el valle del Colorado.

El resultado final ha estado mejor de lo espérate. No solo se ha conseguido este objetivo funcional de apertura de espacio, si no también este bienestar psíquico que tanto pacientes como trabajadores han agradecido tanto. Después del efecto que se ha generado, tanto Núria Riba como la Fundació Sanitaria Sant Josep quieren promocionar este tipo de herramienta terapéutica en espacios como este, están convencidos que esto solo es el comienzo.